Mirador Santa Anita: La cumbre del Olimpo urbano

Mientras para algunos la vista privilegiada es la principal razón para escalar a la cima de la oferta inmobiliaria santiaguina, otros prefieren su entorno algo agreste, seguro y de amplias áreas verdes. Los espacios y la comodidad urbana son la moneda de cambio del súper lujoso condominio de Lo Barnechea.

Un entorno palaciego, con mucho de lo que las grandes casas de allá abajo no pueden brindar, es la oferta de los dúplex y departamentos del Mirador Santa Anita. Con superficies útiles de hasta 722 metros cuadrados y otros 245 de terraza, son un inmejorable atractivo, con un precio al tono de su piso de mármol egipcio, puertas y terminaciones en maderas nobles; todo enriquecido con la optimización que brinda la tecnología domótica, atendencia de la automatización total de un hogar.
Tasado en cerca de 74 UF el metro cuadrado, las seis etapas del proyecto, Aqua, Petra, Terra, Aura,Vento y Aria – iniciado el 2006 por la Inmobiliaria Nueva Costanera, bajo el halo creativo del arquitecto Jorge Figueroa-, superan los dos millones de dólares en las pocas que quedan disponibles. Entre 45 y 55 mil UF, la edificación fue un éxito desde su venta en verde cuando la cuadrícula de siete hectáreas se dibujó sobre la cota.
Los edificios de súper lujo, están en Avenida José Alcalde Délano 10.200 y destacan por sobre los proyectos de cerros vecinos por sus fachadas de piedra levantadas a mano, pilares color ocre y piscinas temperadas que se suceden terraza a terraza con orientación nor-oriente. A sus pies, descansa una impresionante vista panorámica del valle de La Dehesa.
Actualmente, desarrollos parecidos como Parque San Luis, o Punta de Águila en Golf de Manquehue no superan la conectividad casi inmediata que Santa Anita tiene con la autopista Costanera Norte. El complejo se une con los puntos más distantes de la capital, como el aeropuerto por ejemplo, en menos de media hora.
Quienes ya han sucumbido a la vida del Olimpo urbano son parejas jóvenes y adultas que valoran el diseño, la arquitectura y las comodidades inigualables en la oferta inmobiliaria del sector. A la que se suma lo mejor de la tecnología en seguridad y sistemas electrógenos de emergencia. Características cotizadas por matrimonios ya consolidados y personas con hijos ya adultos que están hoy en busca de tranquilidad y no se dejaron abatir por el síndrome del “nido vacío”, sino por el contrario: ampliaron su espacio a instalaciones que -si bien pueden encontrarse en una casa del sector oriente- difícilmente pueden hallarse cerca de un parque privado de 35 mil metros cuadrados.
Áreas verdes que no escatiman también en pérgolas, estanques, senderos peatonales y una cuidada selección de vegetación traída de Oriente y especies endógenas que serán un alivio para los alérgicos. Un entorno que invita a la contemplación y la reflexión con la tranquilidad de un antiguo, pero sofisticado paisaje toscano que incluye todas las bondades de la automatización en sistemas de riego, iluminación y seguridad propias de ésta década de la técnica. De fondo, el telón natural y el atardecer de cada día que es promesa de una siguiente jornada viviendo como los antiguos dioses

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